La primera mujer que caminó sobre este mundo,
científica e históricamente es una mujer africana. Todos venimos de ahí,
aunque nuestros padres no tengan este origen, pero nuestros ancestros sí.
La Pastoral
Afro se preparó con ánimo y entusiasmo para este encuentro del perdón los días 23, 24 y 25 de febrero 2018, los
agentes de la Arquidiócesis de Cali, con
integrantes de Colombia, Etiopía, Holanda, Kenia, Uganda y México, participaron
de las Escuelas de Perdón y Reconciliación.
El
taller se inauguró con las palabras del delegado arquidiocesano para la
Pastoral Afro, el P.Venanzio M. Munyiri. Enseguida la facilitadora Janeth
Cortes, enviada de la fundación para la reconciliación, inició la caminata
hacia el perdón afro; un camino en el que cada uno de los agentes fue
exponiendo su propósito. La facilitadora motivó la charla y puntualizó que debemos lograr una paz sostenible y
duradera, la riqueza que se obtenga sea desde una construcción colectiva.
En
este camino de la vida, el ser humano es atropellado en su dignidad y lo lleva a una condición de víctima, desde
donde no puede regenerar su dignidad.
El deterioro se manifiesta en el pensar, ser y hacer, la propuesta nos
debe conducir a ser victoriosos, a que podamos dar una nueva resignificación a
esta herida que no nos permite avanzar.
Si
analizamos la palabra per-donar, haciendo énfasis en Donar y Don, comprendemos
que somos Don y podemos darnos a los demás. La máxima expresión del don de la vida
es el don del amor que nos trasciende absolutamente en todo.
Si
prestamos atención a las tres R: Rabia, Rencor y Retaliación, comprenderemos las tres emociones más antiguas
que tiene el ser humano. Las consecuencias traen a nuestra vida el deterioro de
las tres S: Sentido de vida,
Sociabilidad y Seguridad. La herida nos lleva a perderlas, y con ellas,
desaparece el rumbo y el horizonte.
En medio de este camino de atropello a la
dignidad del ser humano, con Rabia, Rencor y Retaliación fuimos consientes de
que desaparece el sentido de vida, de
sociabilidad y seguridad. Al tomar
conciencia de esa memoria ingrata que dejó la herida, se derramó un mundo de
emociones muy altas, momentos de profundidad,
llanto, silencio, cantos, etc.
El proceso
de profundidad se vivió en cada módulo:
Motivación, De la Oscuridad a la Luz, Decido Perdonar, Miro con ojos nuevos,
Comprendo a mi ofensor, Rompo cadenas y Limpio el dolor, con una pedagogía actualizada,
con cuentos, ejercicios, juegos pedagógicos, etc.
Todo
esto vivido este fin de semana en el centro de la Pastoral y Espiritualidad Afro,
sin ninguna duda, no sólo dejó una
huella en el corazón de cada uno de los agentes, sino en el propio.
Esta
primera fase de las ESPERE (Escuelas de Perdón y Reconciliación), cierra su
primera fase con un canto compuesto por los mismos participantes del taller. En
el mismo se resaltó el querer y dar perdón, el paso de la memoria ingrata a la
memoria grata, comprender al hermano, y el paso a la reconciliación para
obtener una paz perdurable.
¡Cada
uno de los integrantes salió con una nueva esperanza, un nuevo camino y que con
la seguridad de que siempre hay algo
mejor. Se cerró con un ritual ancestral
con la Pachamama, bebidas propias del pueblo negro y cantos tradicionales; una manera muy
particular y muy especial para todos!
Por: Elmer Peláez, IMC
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