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viernes, 19 de octubre de 2012

Para Reflexionar...


LA CARIDAD DE CLAVER


POR   DIANA LUCÍA BENÍTEZ ÁVILA
COMUNICACIONES- PASTORAL AFRO CALI

De su infancia se sabe muy poco, hijo de campesinos, humilde, sencillo y con un corazón inmenso, siempre demostrando el amor al prójimo. A sus 19 años, fue animado a emprender el caminar con el señor, impulsado por San Alonso; quien desde un principio vio en él aquel Pastor que llevaría el mensaje de Dios.

Decidió estudiar Teología, y finalmente es nombrado sacerdote un 20 de Marzo en 1616 en la Ciudad de Cartagena, allí, conociendo la realidad del pueblo afro afligido, siente la agonía y decide ayudar con su trabajo misionero durante 40 años a estas personas maltratadas a la que le han faltado a sus principios, pues en este entonces, no tenían derechos; llevándolos a realizar trabajos forzados, y haciéndolo a San Pedro Claver: el Apóstol de estos.

Claver iba a los puertos para estar pendiente de lo que necesitaban los esclavos traídos de África, les llevaba víveres para su alimentación y siempre estaba pendiente de los niños que nacían en el trayecto hacia América ya que estos eran echados por la borda a causa de los españoles, y de esta manera hizo que las personas alentaran su fe cristiana.

Siguió evangelizando e instruyendo con su amor frente a los atropellos que eran constantes, como ejemplo nos muestra el libro de Gálatas 5: 1 ‘’ para ser libres nos libertó Cristo, manteneos, pues, firmes y no os dejéis oprimir nuevamente bajo el yugo de la esclavitud’’. De esta manera, busco las herramientas necesarias para ayudar a estas personas catequizando y bautizando a más de 300.000 personas, brindándoles apoyo y suministrándoles lo necesario para una mejor opción de vida.

Y no solo a los niños, este santo visitaba a los presos, a los lisiados, a los indigentes, ganando así la admiración de las autoridades españolas y acrecentando la fe día a día, como lo data en Mateo 25: 35-36 ‘’ porque tuve hambre, y me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; era un extraño, y me hospedaron; estaba desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; en la cárcel, y fueron a verme’’.

Claver nos enseña a amar y la base de ese amor a Dios es el ayudar al otro sin esperar nada a cambio, como lo expresa Gálatas 6:10 ’’ por tanto siempre que tengamos oportunidad, hagamos el bien a todos y especialmente a los hermanos en la fe’’.

Nos invita a estar unidos como hermanos, a tener caridad con quien mas lo necesita, nos estimula a no tener discriminaciones de ningún tipo, nos incita a valorar y a apreciar al otro como Jesús nos lo ha enseñado, nos instruye a entender que vale mas al dar que al recibir, y lo mas importante; Que proveemos de lo que tenemos en nuestro interior y en nuestro corazón.

REFLEXIONEMOS:

¿Cómo estamos respondiendo a la invitación de dar sin esperar nada a cambio?

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