¿CUÁNTO
VALE NUESTRA FE?
POR DIANA LUCÍA BENÍTEZ ÁVILA
COMUNICACIONES- PASTORAL AFRO
La fe, es la herramienta más importante que
tiene el ser para lograr grandes hazañas. De hecho, es el motor que permite el
cumplir nuestros sueños y aspiraciones, logrando satisfacción en todo sentido,
alcanzando la felicidad plena; como lo dice el salmo 23:1-3 ‘’El señor es mi pastor, nada me falta, en verdes
praderas me hace descansar, a las aguas tranquilas me conduce, me da nuevas
fuerzas y me lleva por caminos rectos, haciendo honor a su nombre’’.
Sin embargo, esta se ve amenazada por diferentes
intereses: que al buscar tesoros para sí mismos se desconoce el dar amor y
enseñar al prójimo, y nos sumerge en un estado de oscuridad que no permite que
veamos la realidad de nuestros actos.
Y es ahí, cuando nos enfrentamos a nuestros
demonios, robándonos la paz interior que detiene nuestro crecimiento
espiritual, y hace que fijamos nuestro confiar en el hombre y no en el
verdadero credo. Nos tomamos la osadía de creernos el todopoderoso sometiendo a
los demás a nuestra voluntad pasando por encima de lo que es verdadero, y lo
más tedioso de esto es que suceden dos cosas: la primera, callamos por temor y
no defendemos nuestro amor al padre como se debe por represarías con la
sociedad; la segunda, buscamos ser
escuchados por esta, pero al encontrar desolación, intereses, y el guardar
secretos por conveniencia, hacen que caigamos en un círculo vicioso, donde el
silencio es el mejor aliado.
¿Hasta cuándo vamos a seguir negociando
nuestra fe?, Es hora de abrir nuestros ojos y mirar en nuestro interior si
verdaderamente le estamos correspondiendo al amor que tiene Dios para nuestras
vidas, recordemos lo que quiere que hagamos para alcanzar su bendición en el
salmo 101:6 ’’Mis ojos pondré en
los fieles de la tierra para que estén conmigo, el que ande en el camino de la
perfección esté me servirá’’.
Claramente en su infinita misericordia nos lo
recuerda a diario, con buenas acciones con nosotros mismos y los demás dando
ejemplo, siendo un cristo viviente que busca la felicidad de la mano del padre,
poniendo la confianza plena en su palabra, abriendo nuestro corazón a su gracia
y permitiéndole que sea nuestro guía para que sus dones iluminen nuestra
existencia, y no permitamos perder el norte de lo que realmente es fidedigno.
Que el Señor Todopoderoso nos ilumine y nos permita
siempre estar en su amor; les dejo este fragmento del Salmo 25:4-5 ‘’ Señor, muéstrame tus caminos; guíame por tus senderos;
guíame, encamíname en tu verdad, pues tú eres mi Dios y salvador. ¡En ti confío
a todas horas!
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